viernes, 25 de julio de 2014

Magia

Así es como podría definir lo que está consiguiendo la tecnología conocida como "Lidar" (LIght Detection And Ranging), que básicamente es la gestión informática de los datos obtenidos por un avión que va sobrevolando el territorio y que emite un laser (haz de luz normalmente infrarroja) y con unos sensores mide el tiempo y la distribución relativa (supongo) de los fotones que reboten y vuelvan al avión.

De esta manera y conociendo muy precisamente la posición y velocidad del avión con GPS se obtienen datos sobre la altura de cada punto en la superficie de la Tierra, y lo que a mí me parece más "mágico", el material que tiene encima y su tamaño. En lo que a nosotros respecta: si hay o no hay árboles, vegetación baja, rocas... e incluso su densidad y altura. Esto se está usando ya (o se debería, porque por lo que oigo es poco) además de en topografía pura, en gestión forestal, prevención y extinción de INCENDIOS... (ya hablaré del tema cuando esté menos "calentito" y haya pasado el infierno estival)

A lo que nosotros se refiere, se puede utilizar para generar mapas de orientación. Así, tal cual. Mapas de orientación. Sin necesidad de que alguien se recorra el monte haciendo trabajo de campo. Mapas de orientación que aunque no valdrían para una competición, sírven para entrenamientos técnicos y como mapas base de altísima calidad.
Y a quien se queje le pediria una reflexión: ¿Qué no hubieran dado hace 30, 40 años por poder COMPETIR en mapas como los que estamos usando hoy para entrenar? Aquí cuelgo un ejemplo de mapa del año 76 sacado de internet. 



Aquí un mapa de Lidar actual:


Magia de la electrónica.

Hablando de lo práctico: a la hora de preparar un entrenamiento con uno de estos mapas sin haber visitado la zona, recomiendo eso sí, tener en cuenta algún detalle.

-Los mejores elementos para balizar son los de curvas de nivel, o claros destacados (mejor no claros minúsculos de que faltan 3 pinos -aparecen-) porque estos suelen estar clavadísimos. No recomiendo poner balizas en verdes a no ser que sean muy claros y haya mucho contraste (verde fuerte/blanco o amarillo), porque puede que en la realidad lo que haya sea una gradación de densidad con la distancia y no ningún límite "balizable" No sé porqué razón estos verdes se ven peor en umbrías que en solanas, quizá dependa del vuelo del avión en cada zona. Sobre las rocas: sí suelen ser fiables los cortados donde se unen 2 o más curvas de nivel, el resto... no tanto.

-Estos mapas, por su falta de precisión en elementos puntuales (rocas, árboles aislados, verdes...) son ideales para entrenar navegación, rumbos someros... y carreras a ritmos de 70-80%, no una carrera al 100%  buscando "afinar" a tope en la entrada a los controles, porque como en muchos casos no van a estar perfectamente definidos, vamos a perder segundos al entrar sí o sí, lo cual no es muy motivador cuando uno está "dándolo todo". 

En definitiva una excelente opción para hacer entrenamientos de "tocar mapa" semanalmente si no hay competición... o si vives en Cuenca incluso entre semana. Digo si vives en Cuenca porque es el prototipo de zona donde se le puede sacar el máximo potencial a esta tecnología: mucho bosque, mucho terreno público, pocos orientadores, pocos mapas... pero tanto terreno de calidad, que hay muchos lugares que en otras provincias ya estarían cartografiados para competición y aquí me atrevo a aventurar que nunca lo estarán. Aquí cuelgo otro par de ejemplos de los que hemos utilizado en el COMCU las últimas semanas, gracias al amigo José Luis ;-). 


Estos son mapas de entrenamiento en zonas "al azar" a 30 min. de Cuenca... muy parecido a esto es todo lo que hay por aquí... jiji.  Pido disculpas por la mala calidad de las imágenes, pero está hecho adrede XD.

jueves, 17 de julio de 2014

Pintarrajeando algo nuevo

Bueno, pues aunque siendo este un blog de orientación debería haber hablado algo de las últimas carreras a las que me pude escapar esta primavera, voy a ahorrar a los lectores la pura enumeración de mis errores ya que... bueno, personalmente me aburren los blogs de orientación basados fundamentalmente en esto y simplemente comentaré cuáles han sido: las 2 de Navaleno, la del Corzo en Pinarejos (Luismi cabr*** ya sabes dónde pifiaste el trazado de una carrera por todo lo demás muy buena -no lo voy a comentar más-) los Lagos de Covadonga (aquí sí que hay chicha que criticar, aparte de diversos detalles menores que omito, una baliza mal puesta respecto a la descripción de controles -MUY mal puesta- y dos puntos largos de carrera de cross puros). En conclusión creo que bien escogidas, que es un poco lo que pretendo como corredor amigo de las carreras de calidad y de la orientación como tal, y menos de los rankings.

Y es precisamente de una de estas, o del embrión de una de estas, es de lo que voy a hablaros. La última carrera a la que fui, ya en verano, el último sábado de junio en Peguerinos, fue un "experimento" de algo que siempre he defendido yo: la creación de una "Liga Centro" de varias comunidades (mínimo C-LM y Madrid y aún mejor con el sur de CYL) al estilo de la Liga Norte. Aunque no fueran muchas carreras, con 4 fines de semana por ejemplo bastaría. Porque esto permitiría carreras con más competidores, lo cual aparte de dar más ambiente al deporte, haría más rentable para la organización el estrenar mapas (porque terrenos buenos y buenísimos HAY) y aumentaría la calidad de las competiciones en Castilla-La Mancha y en Madrid. Sin quitar que haya ligas regionales o provinciales de las de ir el domingo a echar una carrerita por la mañana y volver a casa a comer. No tengo nada en contra de esto, aunque sí en contra de una mentalidad que abunda más de lo que quisiera, entre gente que busca este tipo de competiciones basadas en mapas ultrausados porque le encanta eso de ser "campeón de su comarca o de su pueblo". Dejando esto aparte, en cualquier caso es necesario algo más, porque para ese tipo de carreras es muy dificil sacar mapas nuevos en terrenos de calidad.

Pero hete aquí que se organiza una prueba así, como digo, compartida entre las comunidades, en un muy buen terreno en principio como es Peguerinos... y resulta que dos clubs de Madrid (Colmenar y Rumbo) deciden organizar su propia competición paralela, los mismos días... por a saber qué razón, aunque a mí me huele mucho a pique personal... No me voy a meter. Sí digo: "con estos mimbres malamente se hará ningún cesto". Con esta actitud no se va a ningún lado. Bueno, se va a carreras en sitios birriosos con 40 personas (sin meterme en el tema Lidar y las posibilidades que abre con presupuesto cero, eso es otra historia... para la siguiente entrada) Ojalá, a pesar de ellos, la carrera haya sido un éxito y les haya gustado al común de los orientadores y se decida seguir por ese camino.

En cualquier caso, ante este panorama surge "el contraataque fanático". Desde el COMCU se va a estrenar un mapa nuevo el año que viene. A lo "Liga Norte". Y extenso, aunque faltan por concretar aún los km2. Es un terreno espectacular, precioso al tiempo que técnico y variado en elementos para la carrera de orientación. El mapa... jeje, pues ahí está uno de mis retos personales, encargarme de que esté a la altura del terreno. En principio está destinado a ser una liga de Castilla-La Mancha (no da ya tiempo a que fuera un nacional en 2015) pero está abierto a que la comunidad que quiera lo incluya en su liga regional.
Digo que es el "contraataque fanático" porque su origen es este: unos cuantos orientadores de verdad, de los que amamos este deporte "per se" hemos decidido que tenemos un gran terreno y que queremos organizar una carrera para que la gente disfrute. Los que estuvísteis el septiembre pasado en Carrascosa ya sabéis cuál era el comentario generalizado "tenía que haber sido una Liga Nacional"... pues esto va con la misma exacta intención jejeje. Ya veremos en cuántos "rankings" y ligas aparecerá... esa decisión no está a nuestro alcance, pero sí el intentar organizar un gran Trofeo Serranía de Cuenca. Y tranquilidad que no nos quedamos sin terrenos. A esta sierra lo que le falta es gente. Terrenos buenos hay los que se quieran.

Aquí dejo fotos. Descripción del terreno: pinar típico de la Serranía, de los que más ha mantenido la ganadería (gran aliada de la orientación por cierto) y por tanto con la vegetación baja bastante a raya. Pinar de las 3 especies (nigra, sylvestris y pinaster) en todas sus densidades, terreno de montaña media con desnivel (sí, aviso) y muchas vaguadas, y la roca predominante es la arenisca, que abunda bastante pero sin llegar a formar un laberinto. Estas son fotos de mediados de junio y un mes después está todo aún más verde.










sábado, 12 de julio de 2014

Recuerdos de Palancares

Siento mucho el abandono al que he tenido relegado el blog, pero las circunstancias de la vida con la "autoexplotación" a la que se ha sometido uno en los últimos tiempos no me han dejado alternativa. Los pocos fines de semana libres que me he permitido han sido en los que me habéis visto por las últimas carreras, y bueno, una de las actividades "culpables" de esto ha sido la ampliación del mapa de Los Palancares, que es de lo que voy a hablar un poco en esta entrada. La razón de ser fundamental de este mapa son sus históricas instalaciones para campamentos. Mi primer campamento fue de hecho allí cuando tenía creo que 11 años, en un campamento de las asociaciones de vecinos de Toledo, pero es que además había estado ya mi padre de niño unas cuantas décadas atrás, habiéndose pegado para ello un viaje más que curioso, porque mi padre es de Ferrol...

Mucho ha cambiado desde entonces este campamento, yo dormí en unas tiendas de lona roja tan tiesa que al doblarla crujía, y como aislante para el suelo teníamos una especie de palés de plástico... y según mi padre él durmió en las mismas tiendas rojas, pero sobre palés de madera de verdad, acolchados con paja ¡!
Ahora ni rastro de tiendas, hay cabañas de madera. El comedor está de lujo en comparación con los cuchitriles que había entonces, y los baños lo mismo. Así que nada que ver con lo que conocí entonces. Y no solo yo, estoy seguro de que más de uno y de dos de quienes me lean lo conocieron también. Ahora es muy interesante para quienes se quieren alojar allí cuando se celebren carreras, y se come muy bien. Muy recomendable.

Aún me acuerdo de bastantes anécdotas de ese campamento, sobre todo de las excursiones a las Torcas, a las Torcas de Agua, al Nacimiento del Cuervo, mi primera víbora... (los talleres y esas moñeces nunca me interesaron mucho). Luego, con 15 años volví otra vez a Palancares, pero esta vez ya... en condiciones muy distintas: como punto de inicio de un campamento itinerante de espeleología en el que cruzaríamos toda la Serranía hasta Beteta y en el que me "enganché" a este mar de bosques.

La anécdota más "impactante" literalmente y por la enseñanza que me dejó, fue una mañana cuando corría entre estos pinos, hablando con otro que venía corriendo a mis espaldas. No sé qué le estaba diciendo al correr, con la cabeza totalmente girada hacia atrás, cuando de repente volví la cabeza hacia delante... para darme de bruces contra el tronco de un pino, en un "ostiazo" tal que a poco no caigo inconsciente y que no se me olvidará mientras viva. Creo que incluso mi nariz cambió de forma a raíz de aquel leñazo. Así que ya sabéis... aplicando la moraleja a la orientación: corriendo por el bosque nunca miréis atrás...

Del terreno no comentaré nada, a quienes vinieron les gustó mucho la carrera. Yo solo diré... si esto os gustó, con lo siguiente vais a flipar.

Y hasta aquí esta entrada light, solo como "señal de vida" y preludio de lo que voy a ir desarrollando este verano... que tendrá bastante chicha.

Al contrario que para la mayor parte de España, en la Serranía en verano no soltamos el pie del acelerador sino que lo pisamos a fondo. Mucho entrenamiento de alta calidad (jiji), mucha ayuda mutua en tareas estivales de los amigos dentro de este mundillo forestal de la sierra, mucho trabajo personal, y cierto mapita nuevo del que comentaré y pondré fotos en breve. Bueno, y algún rato habrá que tener también para tomar la sombra debajo de un gran pino, o nadar en el agua helada de alguna hoz perdida.