Pues… esta entrada cierra el año y significa efectivamente
el fin de una era: dejo la cartografía de forma… si no definitiva, casi. Era algo
que quería hacer sobre todo por aprender, creo que lo he hecho y bien, he
disfrutado, he sufrido, he pasado por todo frío, calor, agua, nieve, hielo,
maleza, vacas, jabalies, corzos, más vacas, mosquitos, avispas… malos caminos…
mi Ford Fiesta murió… me caí de un tormo… una roca casi me aplasta en otra
ocasión, los relámpagos de mis amores con ese antojo que tienen las tormentas
de inaugurar su descarga con un buen rayaco a 30 metritos… por otro lado quedan
bien grabada en mi memoria los amaneceres en medio de la nada, las vistas de
algunos de nuestros mejores paisajes, ver cambiar las estaciones, los buitres
volando sobre mi… esas escenas bucólicas… todo con la paciencia que es esencial
cartografiando…sea en el campo como delante de la pantalla… ahora creo que
sería capaz de cartografiar cualquier cosa que se me ponga delante.
Los montes pues muchos y variados… desde el primero en el
que entré temblando en la Hoz Somera, Beteta, Carrascosa, Cercedilla, La
Golondrina, Navalmoral, Monteagudillo, la Ciudad Encantada, los Callejones de
Las Majadas, Cañizares, Navalmoral… mucho Sistema Central e Ibérico sobre todo…He
visto muchos tipos de relieve, vegetación, roca… creo que he almacenado una
experiencia cartográfica interesante que algún día me gustaría transmitir en
algún clinic… y es que después de todo este tiempo pienso que es muy bueno que
vaya habiendo muchos cartógrafos locales, que hagan mapas cerca de casa, en
terrenos que conozcan bien... más que el típico cartógrafo profesional que se
pasa la vida viajando.
Así que dejo atrás más de 40 kilómetros cuadrados
cartografiados… no creo que haga muchos más. Lo mismo, eso sí, que aseguro que
no quiero hacer más mapas, sí digo que revisaré de cuando en cuando los míos y
quizá en alguno haga alguna pequeña ampliación. Digamos que es una extensión de
terreno cartografiado para orientación de la que me hago responsable, mi
porción de terruño celtibérico, y querré tenerla más o menos actualizada.
Querré… porque ahora sí voy a hacer una pausa de dos años inapelable, termino
de hecho estos días, con una revisión de detalles que le prometí a Maximus hace
ya un año y por tanto voy a cumplirla despidiéndome de la cartografía… en el
terreno más difícil que me he encontrado en estos años... el querido enebral en
berrocal de Navalmoral… único, un exclusivismo ibérico al 100%, experimento de
representación, las antípodas para la simbología nórdica de la IOF... máximo rompecocos, mínima visibilidad. Por
allí me encontré con el límite de la cartografía.