jueves, 3 de noviembre de 2016

Espumas en el Tajo II

(sigue de "espumas en el Tajo I)

En esta tabla de la evolución de la población de Madrid podemos ver, exactamente, en qué etapa se encontraba Madrid el 28 de febrero de 2013, y el nuevo remonte poblacional que empezó en 2015.

 Ahora, en otoño de 2016, tras las primeras lluvias, con el país en crecimiento débil, grúas de nuevo en los horizontes de Madrid, esta población –oficial y extraoficial- volviendo a crecer… el Tajo vuelve a estar lleno de espuma como en los años 70, los 80, los 2000 y poco… etc. Es la repetición, una vez más, de ese modelo de “progreso”… un Jarama que no da abasto para diluir los residuos de un Madrid inmenso en crecimiento, en crecimiento –así lo ha tenido desde siempre, lamentablemente- mal planificado, con las infraestructuras de saneamiento y depuración años por detrás de lo que se va construyendo, volúmenes de población por encima de lo que marcan las cifras oficiales y… lluvias del otoño que desbordan las depuradoras. Esto es lo que dice el Ayuntamiento de Madrid sobre este momento de crecimiento:


En fin, a pesar de mi posición de defensor a ultranza del Tajo, sí podría llegar entender como argumento el querer salvar la economía a corto plazo sosteniendo la polución del río –para cambiar de modelo en cuanto fuera posible- pero a una declaración por parte del Delegado del Gobierno que dice que “la culpa es del arroyo del Aserradero” solo se me ocurre responder pidiendo su dimisión. Y paso directamente a ofrecer mi propia conclusión:

¿Soluciones? A corto plazo, ninguna. Esta recuperación económica, ni siquiera es realmente sólida. Es simplemente, “algo”, después de años de estancamiento total… ayer leía en el periódico que la hucha de las pensiones se acaba en diciembre de 2017. Hay un paro crónico de medio millón de personas en el sector de la construcción en España. Familias que lo han pasado realmente mal durante años, y Madrid, donde más posibilidades tienen. Esto es España, y el estado lamentable del río Tajo, el resultado de su modelo económico, en el año 1975 y en el año 2016. Y es muy difícil salir de él a corto plazo.

Por lo tanto, para ir saliendo de la crisis económica, Madrid se tendrá que seguir comiendo su “boina” de contaminación del aire, y el Tajo, su contaminación líquida y sus espumas. Ambas están relacionadas también, con lo cual…


Me autorresponderé, en fin, exigiendo medidas, yendo algo más allá del Aserradero: que se anticipen las infraestructuras de depuración a las nuevos desarrollos urbanísticos; que se sobredimensionen, teniendo en cuenta la cantidad de puestos de trabajo que genera Madrid, la cantidad de gente que afluye por necesidad a la metrópolis, y para intentar evitar su desbordamiento cuando llegan las primeras lluvias fuertes tras la canícula centroibérica.  

Y si no hay dinero para depuración, que es probable, pues ruego, una vez más, a Europa, a esa Europa que multa continuamente al Estado Español por sus retrasos y mil malhaceres en planificación hidrológica, para que las costee (mejor dicho, que vuelva a pagar las nuevas/ampliaciones, etc.), y que alivie un poco la situación del río.

Y para mí, mientras, me quedaré con que la causa de la porquería en el Tajo era, y es eso: “progreso de dorada apariencia pero absolutamente irracional”. Nos daremos cuenta. Algún siglo.

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