jueves, 21 de abril de 2016

Lidar y libertad

Los tiempos cambian, la tecnología para la medición del espacio va afinando, y aproximando la generación que no conozca lo que es “correr en mapa nuevo”, esa magia de acudir a una carrera en terreno desconocido para todos. La publicación previa del mapa “de Lidar” al Campeonarto del Mundo en Suecia es el ejemplo reciente perfecto. 

Por otro lado, cada vez es más fácil sacar mapas para entrenar y también cartografiar “rematar el trabajo del Lidar” ofreciendo posibilidades de desarrollo local del deporte hasta ahora desconocidas en zonas en las que hay pocos orientadores y cartógrafos  -es decir, perfecto para la Serranía de Cuenca-.

Ahora mismo, ya, para las zonas menos técnicas, la cartografía es cierto que ha pasado a una especie de calcar y colorear… (definiendo un criterio) aunque pienso que habría bastante que hablar sobre la típica vegetación mediterránea, completamente diferente al bosque uniforme nórdico, y su representatividad en la simbología IOF, y los tipos diferentes de orientación que podríamos obtener sobre mapas en los que usemos, por un lado, la manta de semiclaro como una carta comodín de vegetación; y por otro detallando y clasificando según el diferente arbolado y arbustos, como si de elementos de roca se tratasen, haciendo balizables objetos que en un mapa del primer tipo no aparecerían.





Pero de momento también, sigue habiendo un reto cartográfico “de la vieja escuela”, en las zonas de mayores densidades de roca y vegetación, cuando los datos del Lidar empiezan a fallar, la visibilidad es menor… donde hay que ejecutar triangulación clásica, tirar curvas de nivel nuevas…  con problemas no solo de criterio sino de posicionamiento, un poco como los que tendrían los titanes de los 90 como Pravylo, Axelsson… Y también el tener que representar elementos muy próximos sin desviarse en escala ni perder legibilidad.



Y como organizadores, cuanto más “factor sorpresa” queramos añadir a nuestra competición, más tendremos que buscar terrenos enrevesados por vegetación y roca, aunque cada vez la tecnología lo pondrá más difícil. 

Cuando tenía 15 años había que moverse por la Serranía con mapas como el de la izda. Ahora... Lidar y libertad.


No puedo finalizar sin comentar al respecto, el asco, con todas sus letras, que me da que “el máster” de un club de orientación que no quiero mencionar haya publicado días antes de nuestra carrera un mapa de Lidar del terreno de Los Callejones con el siguiente comentario en su imagen “Para entrenamiento previo a la competición”. Esto no lo trago. No puedo dejar de denunciarlo frontalmente porque va contra la tradición ética que desde la IOF y la FEDO se ha impulsado siempre con el concepto de zona prohibida o vedada, para garantizar el juego limpio y equidad entre los competidores. Los días antes de la competición quien organiza está probando recorridos, y sobre todo, los prebalizados están en su sitio. No diré más pero sí advertir para la próxima carrera de la Ciudad Encantada: quien nos encontremos entrenando al cartografiar, prebalizar, o probando recorridos, queda automáticamente expulsado de la competición. Publicaremos el mapa de Lidar, porque hoy en día está al alcance de cualquiera con media hora libre, para su lectura, pero NO para su uso sobre la zona de competición.

Para terminar, por supuesto agradecer a todos los que sí os habéis acercado a Cuenca a participar en el Trofeo Serranía de 2016. Espero que hayáis disfrutado, incluído el diluvio con el que el cielo nos castigó o agasajó durante el sprint, según la apreciación de cada cual. Yo… no hace falta que lo diga.

martes, 12 de abril de 2016

Los Callejones (los mapas)



Siento no haber escrito antes, pero las prioridades son las que son para mí: primero hacer, luego hablar.

El terreno es variado: zonas llanas, con pendiente, con vegetación densa, otras abiertas, zonas donde los elementos rocosos se aprietan con densidad, y zonas donde no hay una sola roca. El bosque también variado con zonas de pinar y de robledal (en el sprint y el domingo).

Voy al grano en cuanto al mapa: siendo una carrerra regional y por tanto con más flexibilidad ante normativas, mi planteamiento ha sido adaptar el mapa a las posibilidades que ofrece el terreno desde la misma elección de la escala, a 1: 7.500 en lugar del 1: 10.000 habitual en España. Por la estructura de “callejones” de gran altura pero estrechez en algunas partes, quería que cupiera todo con facilidad sin tener que modificar símbolos ni hacer grandes abstracciones. Y bueno, creo que así ha sido. 
También lo he decidido así porque Los Callejones son un enclave muy conocido a escala local, muy querido, muy visitado, y me gustaría que el mapa sirva en el futuro para la promoción y aprendizaje de nuestro deporte; y pienso que cuanto más fácil de entender y más riqueza de simbología presente, mejor para ello.

Con el mapa de la Ciudad Encantada va a ser bastante distinto porque en Liga Nacional (y bueno, a mí me hubiera gustado incluso que fuera WRE internacional pero las fechas que esto demandaría y la climatología del enclave lo hacen incompatible),  sí que tengo que ajustarme a la normativa IOF de escalas – y aún el 1:15.000 va a ser imposible-  así que habrá bastante más generalización y abstracción.

Uno de los mejores comentarios críticos que he recibido  –me encanta la crítica constructiva- , de alguien más acostumbrado a los mapas al estilo escandinavo, fue que mi cartografía se lee bien pero que hay zonas en las que da sensación de haber más densidad de elementos de la real. Cierto. Es mi manera de cartografiar. No generalizo desde el principio a lo sueco. Generalizo cuando no hacerlo afectaría a la legibilidad –que para mí es intocable-. Pero mientras no lo haga, sí incluyo elementos perfectamente balizables. Y aquí, por lo que acabo de exponer, seguro que va a dar esa sensación en algunas zonas. Por tanto cartografía más “exsoviética” que nórdica. Aparece todo en cuanto a la roca, y casi todo en cuanto a vegetación. Algún día en un clinic de cartografía me gustaría hablar extensivamente de todo esto y porqué y cómo. No es el momento. Voy a lo que afecta a este mapa en cuanto a simbología particular:

Túnel de roca: en magenta, copiado del pionero de lo cárstico en la Península Ibérica el maestro Paski. Representar en el plano donde hay dos pisos de roca con los dos colores negro y marrón siendo éste el de las curvas es imposible. Por tanto línea magenta: túnel de roca.

Grietas o pasillos muy estrechos: símbolo marrón de surco de tierra. Representa dos cortados de roca en oposición donde no cabrían. También copiado de Paski.

Vegetación. Puntos verdes: representan la mayor parte de las veces un árbol más que una mata, aislado del resto pero pequeño, con el ramaje hasta el suelo o en definitiva que no tiene el porte de un buen pino serrano. Estos son los que sí aparecen con el símbolo de círculo verde  de árbol característico. También algunos robles en las zonas de robledal.

Así que ya sabéis lo que os toca a quienes vengáis. 

Siento de verdad que no podamos ofrecer suelo duro. Sé que es un inconveniente serio para que muchos vengáis, pero como ya ha sucedido otras veces, en la Serranía no tenemos muchas posibilidades. Bosque maravilloso todo el que queramos… más instalaciones deportivas no. 

Y para terminar y por machacar una vez más: las zapas de clavos en casa, por favor.